«Un artista que conoció a Eugenio Salvador Dalí me intentó convencer de que no, con el tiempo lo repetía, pero yo sigo creyendo en él. Y en Bretón también.
Y seguiré pensándolo aunque muchos digan otras cosas. Como que aquello ya está obsoleto o pasado de moda.
Así que, en verano de 2015 decidí salir de dudas y hablar directamente con él. Y me habló;me dijo que siguiera. Le pedí que me diera fuerzas para continuar mis proyectos. Y me dió fuerzas. Ese día también se lo pedí a Dios.Se iba haciendo de noche, y la luna mostraba todo su esplendor. Mientras, mi diálogo iba terminando.Tan sólo recuerdo que fue una sensación extraña, pero lo más importante es que se parecía a un sueño. Y sí, quizás recuerde más cosas…. me susurró diciendo que no las gritase, y que fuera despacio. Ahí estaba aquello que ellos defendían y que continuó por caminos incorrectos o no tuvo fortuna. ¡Ahí estaba!. Ellos siguieron su camino. Yo el mío. Pero se despidieron diciéndome que fuera recto. Les sonreí.Pronto llegó la noche y todo quedó en silencio». (Benjamin Santos, España, 2015-18)
En memoria de Eugenio Salvador Dalí.
Texto anterior recogido del Blog de Celemín. Las siguientes imágenes fueron tomadas en 2015.
EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ EUGENIO SALVADOR DALÍ