Descripción del sueño e ilusión de la imaginación en la mente:
Íbamos en un gran barco blanco o transparente como el cristal, todo era divertido y jovial como en una fiesta. Había mucha gente divertida alrededor de nosotros y todo resultaba agradable.
Dalí estaba pintando el mar y a una ballena en el agua que estaba tragándose un dinosaurio. Las olas encrespadas empezaron a golpear el barco y empezábamos a ir todos de lado a lado.
La música sonaba cada vez más fuerte, la gente chillaba y estaba alborotándose y corriendo que no sabían dónde meterse. Buñuel intentó rasgarme un ojo con una cuchilla de afeitar y yo le retiré el brazo bruscamente y salí corriendo hacia el otro lado del barco como pude.
Una hormiga gigante apareció agitada mientras Buñuel corría trás mí angustiado yo. La hormiga se comía los trozos del mástil y parte del barco, cogió a varios asistentes y a Buñuel y los tiró por la borda con su gran boca pero no los despedazó como hizo con los trozos del barco.
Salvador Dalí tenía los bigotes de punta y se quedó pasmado y estupefacto. Sus ojos empezaron a despedir rayos láser de color verde.
Mientras, las olas inundaban el barco y así como sucedió con el Titánic el barco se entregaba al mar hundiéndose y empezamos a nadar y a tragar agua y más agua.
Bebía y bebía agua hasta hundirme en el fondo marino, De repente noté dos branquias en mi cara y me convertí en un pez dorado. Nadaba de forma muy ágil por el fondo del mar.
La ballena que se comió al dinosaurio estaba muy gorda y nadaba alrededor mía con aires de felicidad. Y un pez con unos grandes bigotes y encrespados me acompañaba. Quedé tranquilo y en paz.
